Prospectiva de la educación para la paz desde la transversalidad en la enseñanza

 La transversalidad es un concepto que surge con las reformas educativas para “atravesar el curriculum” desde una dimensión transdisciplinar que cruza a todos los componentes de este, acentuando la dimensión procedimental, actitudinal y axiológica del componente educativo. En la actualidad este concepto ha sido integrado en la enseñanza como un eje organizativo, o sea que su conceptualización se basa en introducir los contenidos relacionados con los temas de formación integral en todas las practicas docentes de las asignaturas curriculares en curso.

Las estrategias de educación para la paz, para alcanzar los objetivos de la transversalidad práctica, deberán ser globales y sistemáticas, teniendo en cuenta una gran diversidad de factores. Desde perspectiva transversal -teórica- debe contemplar la adecuación de métodos didácticos y pedagógicos que se ponen en practica en el aula con el fin de que se conviertan en práctica cotidiana.

La formación del alumnado debe estar basada en una educación que beneficia a tres tipos de relaciones:

1.  Dialógica o comunicativa como instrumento de descubrimiento compartido del saber

2.  Igualitaria como intercambio de percepciones, emociones, sentimientos e ideas de lo que somo y a lo que aspiramos, basado este intercambio en el respeto a la dignidad humana y a la diversidad cultural.

3. Contextual o histórica, que construye la realidad y sus posibilidades de mejora partiendo de las preocupaciones reales de quienes educan y se educan.

La concatenación de cultura de paz y educación para la paz, en transversalidad practica y aprendizaje cooperativo, ayuda a que los modelos de educación que la sociedad actual necesita se contextualicen en la consecución de los siguientes objetivos:

1. Interdependencia positiva entre los miembros de grupos: El depender unos de otros facilita la participación

2.   Responsabilidad individual: Ningún miembro del grupo debe dejar de hacer su aportación, puesto que todas son necesarias.

3.   Desarrollo de habilidades cooperativas: Escuchar atentamente, guardar turnos de palabras, desarrollar funciones de coordinación, entender y apoyar a los demás